El potencial desaprovechado de la comunicación entre docentes y padres de familia
Organización : Harvard Kennedy School
Descripción del proyecto
Resumen del proyecto
Docentes de un programa escolar de verano para estudiantes de bachillerato enviaron cada semana a los padres de familia mensajes breves y personalizados sobre el desempeño y el comportamiento de su hijo o hija en la escuela.
Impacto
El envío de mensajes personalizados a los padres de familia incrementó 6.5 puntos porcentuales la probabilidad de que el estudiante aprobara cada asignatura, lo que representa una reducción de 41% en los índices de reprobación.
Costo
~$13 por estudiante
Desafío
Investigaciones previas indican que hay una relación positiva entre el involucramiento parental y el éxito de los jóvenes en la escuela; sin embargo, la comunicación entre docentes y padres suele ser poco frecuente o sistemática. El objetivo de este proyecto fue incrementar la cantidad de estudiantes que aprobaban un curso de verano para recuperar asignaturas de bachillerato; para ello, se intentó incrementar los esfuerzos parentales y su efectividad en el apoyo ofrecido a sus hijos durante un programa de recuperación de asignaturas de bachillerato.
Diseño
Durante el programa de cinco semanas, los padres de estudiantes de bachillerato inscritos en un programa de verano para recuperar asignaturas recibieron una llamada introductoria de parte del profesor de su hijo, seguida de una serie de cuatro breves mensajes personalizados. Los mensajes, redactados por el docente, se transmitían por llamada telefónica, mensaje de texto o correo electrónico, y se tradujeron según las preferencias de medio de comunicación e idioma indicado por los padres durante la inscripción inicial al proyecto. Los mensajes incluían información “positiva” que resaltaba lo que el estudiante estaba haciendo bien, o información “para mejorar” que resaltaba específicamente lo que el estudiante necesitaba mejorar.
El programa de verano de recuperación de asignaturas reclutó a estudiantes de los cuatro años de bachillerato de más de 30 escuelas en el distrito, en su mayoría afroamericanos e hispanos, 58% y 32% respectivamente. Más de 80% era elegible para almuerzos gratis o subsidiados, y 22% participaba en programas de educación especial. Dada la naturaleza del programa, los niveles de desempeño académico y participación escolar de los participantes eran notablemente bajos en comparación con los de estudiantes típicos del distrito. En promedio, los estudiantes se habían ausentado de la escuela 13% del tiempo durante el año escolar 2011/12 y habían reprobado más de una asignatura. A los 435 estudiantes se les dividió aleatoriamente en tres grupos: sin mensaje, mensajes positivos, o mensajes para mejorar.
A continuación se reproduce el guion que se les dio a los profesores para la llamada introductoria a los padres:
A continuación, se muestran ejemplos de mensajes “positivos” y “para mejorar”, junto con la instrucción provista por los maestros. Van seguidos de los guiones de llamada telefónica y correo electrónicos usados por los investigadores encargados de transmitir los mensajes.
Impacto
En esta prueba controlada aleatorizada se observó que enviar mensajes a los padres acerca del desempeño académico y el comportamiento de su hijo incrementó 6.5 puntos porcentuales la probabilidad de que el estudiante aprobara la asignatura. Asimismo, los mensajes que contenían información para mejorar, en comparación con los que contenían información positiva, parecían tener un efecto más duradero e incrementar 8.8 puntos porcentuales la probabilidad de que el estudiante obtuviera los créditos de la asignatura, aunque la diferencia entre ambos tipos de mensaje no es estadísticamente significativa. El impacto no varió según el género, la edad, la raza, el nivel de dominio del inglés, la pertenencia al programa de almuerzos gratuitos o subsidiados, ni la cantidad de asignaturas reprobadas.
El aumento en la probabilidad de que los estudiantes cuyos padres recibieron un mensaje recuperaran los créditos de las asignaturas se debió en gran medida a la disminución en los índices de deserción (de 6.1 puntos porcentuales), más que a la disminución en los índices de reprobación o expulsión.
Enviarles mensajes a los padres acerca del desempeño académico y el comportamiento de sus hijos también tuvo un efecto positivo en la asistencia estudiantil al disminuir 2.5 puntos porcentuales el ausentismo, de 12 a 9.5%.
Asimismo, aumentó en 8.9 puntos porcentuales la probabilidad de que los estudiantes cuyos padres recibieron mensajes de texto reportaran que sus padres “casi siempre” les hablaban sobre cómo mejorar.
Guía de implementación
¿Quieres implementar este diseño en tu propio trabajo? He aquí algunas cosas a considerar antes de empezar:
- ¿Los catalizadores conductuales del problema que intentas solucionar son similares a los descritos en la sección de Desafío de este proyecto?
- ¿Es viable adaptar el Diseño para abordar el problema que te interesa?
- ¿Podrían existir barreras estructurales que impidan que el diseño tenga el efecto deseado?
- Por último, sugerimos que te asegures de monitorear, poner a prueba y emprender pasos para iterar los diseños con frecuencia, ya sea al adaptarlos a un nuevo contexto o al escalarlos, de modo que te asegures de su efectividad.
Asimismo, toma en cuenta las siguientes observaciones hechas por los investigadores de este diseño:
- Entre los factores que son especialmente importantes para implementar la intervención de forma efectiva se incluyen:
- Preguntarles a los padres por el método preferido de envío de mensajes preferido.
- Hacer que los profesores hagan la llamada introductoria en persona. Eso ayuda a que los padres se familiaricen con el docente y hace que los mensajes de texto que se envían después se sientan más personales, y generan confianza.
- Enviar los mensajes con frecuencia. En esta intervención, se enviaron de forma semanal.
- Hacer que los mensajes sean breves y concisos.
- Facilitar que los docentes escriban los mensajes. Hacer que alguien más que no sea el docente envíe los mensajes y asegurarse de que el método que usen los profesores para registrar los mensajes semanales sea sencillo y flexible, y esté basado en las preferencias del docente. En esta intervención, los docentes debían registrar sus mensajes en un documento de Excel que se les enviaba por correo electrónico cada semana y que debían devolver por correo electrónico o impreso.
- Establecer fechas límite y especificar la hora y fecha en la que los docentes deben entregar los mensajes.
- Resaltar en los mensajes enviados las cosas en las que el estudiante debe mejorar.
- Evitar comentarios o temas generales en los mensajes; mencionar casos específicos.
- Incluir en el mensaje de forma clara y específica lo que el estudiante debe dejar de hacer, empezar a hacer o seguir haciendo para mejorar.